Era un día hemoso, sol, verde y el arcoíris hacia de ese paisaje el mas agradable para la vista de cualquier persona de aquella tribu. El sol se apagó y junto con la callada noche el fuego apareció.
Construyeron armas para dominar y mostruos gríses que nunca se iban a desmayar.
El tiempo pasó y como todo, su fin llegó. Lo buscaron, a la naturaleza enojada encontraron.
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